por Carlos Montes (@micarmontes)
Recuerdo el año pasado después de ver la película Joker de Todd Phillips, que al salir de la sala de Cine mis sensaciones eran tres, sobre todo, por encima de las demás:
1- Haber visto una enorme película.
2- Pensar que Joaquin Phoenix ganaría el Oscar.
3- Cómo un director había conseguido que empatizara con un asesino y me metiera en la mente de un loco.
Quién iba a pensar que poco más de un año después me encontraría viendo un largometraje que al salir de la sala de Cine, hiciera que mis sentimientos fueran tan similares a los de la cinta de Phillips:
1- Haber visto un enorme peliculón.
2- Pensar que Anthony Hopkins va a ganar el Oscar.
3- Cómo un director ha sido capaz de introducirme en la mente de una persona con Alzheimer.
Ese mérito hay que apuntárselo al realizador Florian Zeller, porque eso es The Father, un recorrido salvaje en la forma de filmarlo, fortuito en su tono argumental y devastador en su conjunto. Aquí cada plano desgasta, cada secuencia te golpea y cada escena te tritura. Eso es lo que te deja perplejo y lo que consigue Zeller en su viaje por la mente de un hombre con demencia senil.
Además te lleva por una carga emocional tan acertada y directa con respecto al intelecto de su protagonista, que hay momentos que comprendes lo que siente… o no entiendes lo que siente… es una montaña rusa de pensamiento y sentimiento dentro de la psique de alguien con una enfermedad tan grave.
Florian Zeller además de su soberbia dirección, también es el guionista de la película junto a Christopher Hampton. El director francés es el creador de la obra de teatro en la que se basa The Father. La obra fue estrenada en el West End en 2015, Kenneth Cranham ganó el Premio Olivier al Mejor Actor; tras su estreno en Broadway, Frank Langella se llevó también el Premio Tony por su papel protagonista.
No tengo ninguna duda de que allá por abril, Anthony Hopkins recibirá de manos de Renée Zellweger su segundo Oscar.
Ya que he mencionado a un actorazo como Hopkins, he de decir que seguramente estaremos ante una de sus interpretaciones top de su carrera junto a las de «El Silencio de los Corderos», «El Hombre Elefante», «Lo Que Queda del Día» y «Leyendas de Pasión». Este es de esos personajes que se te quedan grabados en la mente por muchos motivos: las situaciones, sus miradas, los gestos… Una actuación rica en matices que te absorben el alma cuando ves a Anthony Hopkins haciendo un trabajo de forma tan magistral. También está muy bien en su parte interpretativa Olivia Colman, como esa hija responsable y cariñosa que necesita ayudar hasta donde puede a su padre. Los momentos que unen a Anne (Colman) y Anthony (Hopkins) son en parte un alivio mental para el padre, y por momentos para el espectador también… Pero es que en esta película el personaje de Hopkins eclipsa todo y a todos.
<p value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">Uno de los puntos fuertes de la cinta es ver cómo se refleja que detrás de un cerebro enfermo y castigado por una cruel enfermedad, se pueden atisbar momentos de lucidez dentro de la realidad del protagonista. Su desarrollo visual con su enroque de personajes y su lenguaje narrativo es digno de elogio. Un montaje excelente, una fotografía que juega con la entonación: luz brillante y grisácea… y una gran adaptación en su guión cinematográfico. Uno de los puntos fuertes de la cinta es ver cómo se refleja que detrás de un cerebro enfermo y castigado por una cruel enfermedad, se pueden atisbar momentos de lucidez dentro de la realidad del protagonista. Su desarrollo visual con su enroque de personajes y su lenguaje narrativo es digno de elogio. Un montaje excelente, una fotografía que juega con la entonación: luz brillante y grisácea… y una gran adaptación en su guión cinematográfico.The Father tiene tanta humanidad que, tocando un tema tan delicado, no se recrea en ningún instante en nada de mal gusto, es equilibrada, conmovedora y brutal en su forma de contar un tema como la pérdida de la memoria. Algo que recordarás siempre es que estás ante una de las grandes películas de un año para olvidar.
– Lo Mejor: La magnífica actuación de Anthony Hopkins. El montaje. La sensacional realización de Florian Zeller.
– Lo Peor: Que haya gente que no entienda su estilo narrativo.
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